Mujeres trans y el empoderamiento sexual

by Joanne von Spanien

Tengo tantas emociones complejas de esto. Siempre me pongo un poco nerviosa cuando alguien habla del empoderamiento sexual de las mujeres. Teniendo en cuenta que soy una mujer trans, esto me hace sentir como una persona malísima. ¿Qué tipo de mujer se siente mal cuando piensa en el poder sexual de sus hermanas y de sí misma?

Es una respuesta larga. Durante veintitrés años intenté, me esforcé al máximo hacerme un chico más o menos heterosexual y “normal”. Me esforcé en todas las formas imaginables, y nunca funcionó. Ahora estoy cambiándome de género y en general las cosas están empezando a funcionar.

Sin embargo, antes de empezar la transición, no tuve ninguna idea dónde ponerme con respecto a la sexualidad cisexual y heterosexual “normal”. Ya que era una pequeña friki intelectual, leía sobre temas como la psicología evolutiva, que siempre me hacía llorar porque implicaba que nadie me amaría jamás. Cuando comencé a investigar seriamente la posibilidad de expresarme de una manera no tradicional respecto a mi género, y después cuando comencé a investigar la transición, encontré los psicólogos infames como Raymond Blanchard. Otra vez, me eché a llorar y pensaba, “Joder, que no hay nadie que me vaya a amar”.

Cuando me di cuenta de que estos psicólogos eran cisexistas  y homofóbicos, investigué el feminismo académico. Y pronto me di cuenta de que aquellas teorías también eran ciscéntricas si bien no cisexistas. Se tratan de dar poder sexual a las mujeres de varias formas, pero pocas engloban a las mujeres trans porque generalmente no cumplimos con todos los requisitos para ser consideradas mujeres “normales” que plantean esas teorías. Y por tercera vez, me eché a llorar. Pensé, “Joder, pues imagino que nunca voy a sentirme ni cómoda ni deseada. Si tengo a alguien que me ame, pensaré que he tenido mucha suerte y no como una persona normal realizándome mediante mi sexualidad.

En otras palabras: la transfobia interiorizado en su peor momento.

Sin embargo, hay un lugar en que las teorías feministas sí tienen razón. La gente trans—hombres, mujeres, personas no binarias—nunca seremos cis y eso es simplemente algo que tenemos que afrontar. Incluso las operaciones para las mujeres trans, que se han mejorado muchísimo, al fin y al cabo son cirugías cosméticas. Un cirujano muy conocido mantiene, “No lo entiendes. No es que creo genitales femeninos. Hago que los genitales masculinos parezcan más como los genitales femeninos. El resto reside en la mente del paciente”.

Perdonemos ese doctor su actitud ciscéntrica. Es mucho más complicado que dice porque la funcionamiento sexual de los genitales de una mujer trans cambia mucho mediante la hormonización y la cirugía. Pero todavía sigue siendo la verdad que nunca serás cis. Si eres una mujer trans, aunque no seas un hombre biológicamente, todavía habrá algunas partes de ti que son un poco masculinas. Mutatis mutandis si hablamos de hombres trans y gente no binaria.

Pero esto en sí puede hacerse una forma de empoderamiento si lo abarcamos con felicidad. Es algo que intento hacer, pero sigue siendo difícil. Si me sintiera como un objeto legítimo de deseo sexual sería más fácil. Pero me siento que antes tenía que competir con los hombres cis, que me hacía sentir miserable. A veces decidí no participar en ese juego de sexo. Otras veces, cuando estaba en una relación, no sabía comportarme como un chico. Ahora, rápidamente estoy volviéndome una mujer, que es toda una mejora, pero de repente me siento como tengo que competir con las mujeres cis (aunque la palabra competir me parece un poco patriarcal. No sé. Me faltan las palabras adecuadas). Me siento como un objeto sexual menos válido o ilegítimo, en el peor de los casos una intrusa.

Para resumir, me siento privada de mis derechos sexuales. Me siento que nadie hablaba nunca de mi empoderamiento.

Y no importa cuánto nos decimos que esto es simplemente mierda falsa e interiorizada. Sigue siendo mierda que es muy difícil de quitarnos.

-Joanne von Spanien